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¿Dónde estará la Felicidad?

Se acercan días muy especiales en el año. Noches distintas llenas de lucecitas de colores allá donde miremos, que irán acompañadas de música y cenas adornadas de verde y rojo. Habrá encuentros, reencuentros, desencuentros… Risas y lágrimas juntas a una misma mesa dando color a la alegría y a la nostalgia. Una de esas noches tomaremos las uvas con las campanadas mientras pedimos aquellos deseos que si se cumpliesen, nos harían felices durante el próximo año que comienza… o eso pensamos. ¿Estaremos buscando la felicidad en el lugar correcto? ¿Qué pasaría si en lugar de pedir, empezáramos a dar?

Dar aliento. Dar abrazos. Dar tu tiempo. Dar cariño. Dar consuelo. Dar tu sonrisa. Dar… no necesariamente lo que materialmente tienes, sino lo que eres. Y sólo eso, sin esperar ningún pago. Que no se trate de un trabajo, ni de un servicio, ni de un favor que espera un intercambio. No, solo dar desde el “quiero dar”. Porque tienes la inmensa suerte de tenerlo y la generosidad de entregarlo a quién crees que lo necesita. Tal vez solo te lleve un momento, el adecuado para escuchar y ofrecer unas palabras sinceras de apoyo. Tal vez unos días, exactamente el tiempo que esa persona precisa para aceptar un revés de la vida sabiendo que cuenta con tu ayuda. Tal vez toda la vida, porque te hayas dado cuenta de que cuanto más das, más recibes y más tienes.  Y lo que es mejor: más feliz eres.

Lo curioso de este asunto es que al dar sin pedir y sin esperar nada a cambio, incluso ese cambio llega. Quizás no al instante ni día siguiente; es posible que tampoco al mes. Incluso, puede presentarse por otro camino insospechado. En cualquier caso, no te importe que no lo hayas pedido, recíbelo igualmente porque estará preparado para ti cuando sea oportuno. ¡Permítete recogerlo y agradece! Deja que ese círculo de dar y recibir fluya, y como un niño el Día de los Reyes, abre tu obsequio, sorpréndete, disfrútalo y contagia la ilusión.

La felicidad no es para quien la busca, sino para quien sabe encontrarla a cada minuto, en cada mirada, en cada gesto, en cada abrazo, en cada palabra de agradecimiento que recibimos del otro, cada vez que uno se entrega.
Y tú,  ¿has descubierto ya por dónde encontrarás esta Noche tu Felicidad? ¿Y mañana? ¿Qué me dices de cada día del año?

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